El papel hecho con fibras de ajo es rústico, opaco, no es muy absorbente pero sí muy resistente, con mucha textura y de difícil secado ya que tiende a encoger.
El Sueño del Ajo: Una Carta con Fragancia Intensa
El Sueño del Ajo
En un huerto exuberante, entre tomates jugosos y calabacines dorados, vivía un ajo curioso llamado Agustín. A diferencia de sus hermanos, que se contentaban con ser un condimento aromático, Agustín anhelaba algo más. Soñaba con transformarse en papel, en hojas que pudieran volar con el viento y llevar sus palabras y pensamientos al mundo.
Un día, mientras Agustín meditaba sobre su sueño, una viejecita amable se acercó al huerto. Tenía el cabello blanco como la nieve y los ojos llenos de sabiduría. Agustín, sintiéndose atraído por su aura de calma, le contó su deseo de convertirse en papel.
La viejecita sonrió y le dijo: «Querido Agustín, tu sueño puede hacerse realidad. La fibra del ajo, si se trabaja con cuidado, puede convertirse en un papel rústico y resistente, perfecto para escribir historias y conservar recuerdos».
¡Agustín estaba emocionado! Con la ayuda de la viejecita, comenzó a recolectar a sus hermanos mayores y más robustos. Los sumergió en agua tibia para ablandar su corteza y luego los machacó con un mortero de piedra hasta obtener una pulpa fibrosa.
La pulpa se extendió sobre un marco de madera y se dejó secar al sol. Agustín observaba con trepidación la transformación, esperando que su sueño no se disolviera como una nube en el viento.
Y finalmente, después de días de espera, el papel estaba listo. Era rústico al tacto, con una textura irregular y un color marfil que recordaba la cáscara del ajo. Pero también era resistente, perfecto para escribir con tinta o lápiz.
Agustín estaba conmovido. ¡Finalmente había hecho realidad su sueño! Con su papel único, comenzó a escribir historias fantásticas, poemas delicados y cartas llenas de sabiduría. Sus palabras volaban por el huerto, llevando alegría e inspiración a todos sus habitantes.
Desde ese día, Agustín se convirtió en el Ajo Escritor, un símbolo de tenacidad y creatividad. Su historia enseñó a todos que incluso los sueños más extraños pueden hacerse realidad si se tiene el coraje de perseguirlos con pasión y determinación. Y su papel, con su intenso aroma y su textura particular, se convirtió en un valioso tesoro para el huerto, un recuerdo indeleble del poder de los sueños.
O sonho do alho: uma carta com uma fragrância intensa
El Sueño del Ajo
Em uma horta exuberante, entre tomates suculentos e abobrinhas douradas, vivia um alho curioso chamado Agostinho. Diferente de seus irmãos que se contentavam em temperar pratos deliciosos, Agostinho nutria um sonho peculiar: desejava se transformar em papel.
Observava com fascínio as folhas que flutuavam entre os galhos das árvores, imaginando-se como elas, capaz de levar suas palavras e pensamentos pelo mundo.
Um dia, enquanto Agostinho meditava sobre seu sonho, uma velhinha gentil se aproximou da horta. Seus cabelos eram brancos como a neve e seus olhos transbordavam sabedoria. Agostinho, atraído por sua aura de calma, contou-lhe sobre seu desejo de se tornar papel.
A velhinha sorriu e disse: «Caro Agostinho, seu sonho pode se tornar realidade. A fibra do alho, se trabalhada com cuidado, pode se converter em um papel rústico e resistente, perfeito para escrever histórias e guardar memórias.»
Agostinho ficou em êxtase! Com a ajuda da velhinha, ele começou a coletar seus irmãos mais velhos e robustos. Mergulhou-os em água morna para amolecer a casca e depois os macerou em um pilão de pedra até obter uma polpa fibrosa.
A polpa foi espalhada em uma moldura de madeira e deixada para secar ao sol. Agostinho observava com ansiedade a transformação, torcendo para que seu sonho não se dissolvesse como uma nuvem ao vento.
E finalmente, após dias de espera, o papel estava pronto. Era rústico ao toque, com textura irregular e uma cor marfim que lembrava a casca do alho. Mas também era resistente, perfeito para escrever com tinta ou lápis.
Agostinho se emocionou. Finalmente havia realizado seu sonho! Com seu papel único, ele começou a escrever histórias fantásticas, poemas delicados e cartas repletas de sabedoria. Suas palavras voavam pela horta, levando alegria e inspiração a todos os habitantes.
A partir daquele dia, Agostinho se tornou o Alho Escritor, um símbolo de tenacidade e criatividade. Sua história ensinou a todos que até os sonhos mais estranhos podem se tornar realidade se tivermos a coragem de persegui-los com paixão e determinação. E seu papel, com seu perfume intenso e textura peculiar, se tornou um precioso tesouro para a horta, uma lembrança indelével da força dos sonhos.
The Garlic's Dream: A Paper with an Intense Fragrance
El Sueño del Ajo
In a flourishing garden, amidst juicy tomatoes and golden zucchini, lived a curious garlic named Agostino. He was fascinated by the stories told by the wind, the whispers of the leaves dancing among the tree branches, and he dreamed of transforming into something similar, something that could carry his words and thoughts into the world.
One day, while Agostino was pondering his dream, a kind old woman approached the garden. She had snow-white hair and eyes full of wisdom. Agostino, drawn to her aura of calmness, told her about his desire to become paper.
The old woman smiled and said, «Dear Agostino, your dream can come true. Garlic fiber, if processed carefully, can become a rustic and resistant paper, perfect for writing stories and preserving memories.»
Agostino was thrilled! With the old woman’s help, he began to gather his older and sturdier brothers. He immersed them in warm water to soften their skins and then pounded them with a stone mortar until he obtained a fibrous pulp.
The pulp was spread on a wooden frame and left to dry in the sun. Agostino watched the transformation with trepidation, hoping that his dream would not dissolve like a cloud in the wind.
And finally, after days of waiting, the paper was ready. It was rustic to the touch, with an irregular texture and an ivory color reminiscent of garlic skin. But it was also resistant, perfect for writing with ink or pencil.
Agostino was touched. He had finally achieved his dream! With his unique paper, he began to write fantastical stories, delicate poems, and letters full of wisdom. His words flew through the garden, bringing joy and inspiration to all its inhabitants.
From that day on, Agostino became the Writing Garlic, a symbol of tenacity and creativity. His story taught everyone that even the strangest dreams can come true if you have the courage to pursue them with passion and determination. And his paper, with its intense fragrance and unique texture, became a precious treasure for the garden, an indelible reminder of the power of dreams.
